La contaminación acústica afecta especialmente a los niños y se ha comprobado que puede provocar trastornos del sueño y problemas de desarrollo cognitivo. Por eso, insonorizar el cuarto de tu hijo es la medida más efectiva y recomendable para evitarlo, y aquí te explicamos la mejor manera de hacerlo.


El exceso constante de ruido en un problema de salud hoy día y, tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud, los niños son uno de los colectivos con mayor riesgo.

Al necesitar durante la infancia más horas de sueño, y la necesidad de que este sea profundo y reparador para su adecuado desarrollo y su capacidad de aprendizaje, los convierte en especialmente vulnerables.

Como muchas veces no podremos actuar sobre la fuente del ruido, insonorizar el cuarto de tu hijo es una de las medidas más recomendadas. Para ello, tienes opciones a tu alcance que permitirán un descanso confortable al niño y una ausencia de ruido en la mayoría de circunstancias.

Insonorizar una habitación


A la hora de insonorizar el cuarto de tu hijo, debemos empezar por reforzar el punto débil por el que penetra la mayor parte del ruido: las ventanas.

No tienen sentido (ni van a tener efecto) otras soluciones, como paneles acústicos para la pared, si no empezamos por este punto crítico.

Por cómo se extiende el sonido, basta un pequeño resquicio en una estructura para que gran parte del ruido exterior penetre en la habitación, y esos resquicios están en las ventanas.

En este sentido hay una amplia selección de materiales aislantes que se pueden utilizar para insonorizar el cuarto de tu hijo.

Espuma de poliuretano, lanas de roca o vidrio, celulosa o PVC son las opciones más comunes. Si bien todas aíslan del ruido y reducen la contaminación acústica en mayor o menor medida, la mejor opción es el PVC.

Por sus propiedades morfológicas, el PVC es un amortiguador natural de las ondas sonoras.

Muy duradero y fácil de mantener, con muchas opciones de color y forma, es muy importante, eso sí, asegurarnos de utilizar un PVC de calidad, que no contenga aditivos peligrosos, como cadmio o plomo.

El cristal de la ventana, obviamente, también influye. Se ha demostrado que los vidrios de varias capas, unidos por una lámina de butiral, producen un aislamiento acústico superior a los vidrios normales.

Algunas ventanas pueden disponer, para mejor aislamiento todavía, de una cámara de aire en la que introducir gases nobles, como el argón.

Así, la conjunción de un buen cristal, con una estructura de PVC en la ventana, puede reducir enormemente el ruido proveniente del exterior, que es el que suele impedir el descanso profundo.

En circunstancias especiales, cuando el material de construcción del edificio no fuera especialmente bueno, podemos plantearnos posteriormente la colocación de paneles acústicos en paredes e incluso suelo.

Estos paneles absorben el sonido y uno de los materiales más habituales es la fibra de poliéster.


Un cuarto confortable


La necesidad de un descanso reparador hace que tengamos que plantearnos, a la hora de insonorizar el cuarto de tu hijo, que ese aislamiento sea también térmico.

Junto con el silencio, la temperatura es el otro gran factor que contribuye al descanso correcto. Afortunadamente, el PVC es, de nuevo, la mejor opción, porque no solamente es un excelente aislante acústico, sino también térmico, manteniendo una temperatura adecuada e impidiendo que escape o entre el frío o el calor.

Además de garantizar un silencio y una temperatura adecuadas, es fundamental que el niño se sienta cómodo en su cuarto, lo haga suyo y sea un lugar que relacione siempre con la diversión y el descanso.

Por eso, es importante la decoración agradable y que incluso el niño participe un poco de ella o de la disposición de los elementos del cuarto, para que lo sienta suyo.

Por último, también se ha demostrado la importancia del color en el descanso.

En un curioso estudio de más de 2000 hogares británicos, se correlacionó el color de las habitaciones con las horas de descanso.

En él se comprobó que aquellos que dormían mejor, lo hacían en habitaciones azules. Los siguientes mejores colores eran tonos diversos de amarillo, verde o naranja. Por otra parte, el púrpura, el marrón o el gris estaban relacionados con menos horas de sueño.

En definitiva, aunque no podamos eliminar la fuente de la contaminación acústica, podemos actuar para que no afecte a los que más queremos y son más vulnerables, los niños.

Insonorizar el cuarto de tu hijo es una medida muy efectiva. A la hora de insonorizar, lo más importante son siempre las ventanas y es en lo que debemos actuar primero.


Del mismo modo, tenemos otras opciones, como las que hemos visto, para mejorar aún más el descanso de nuestros hijos y garantizar su bienestar y un desarrollo adecuado.